Odontopediatría en Madrid

La primera visita al odontopediatra debe realizarse alrededor del primer año de vida o al empezar a salir el primer diente del bebé, lo que ocurre generalmente entre los 6 y 12 meses. Aunque no siempre se realicen tratamientos en esta etapa, la visita temprana permite al odontopediatra evaluar el desarrollo oral del niño, detectar posibles problemas como caries o malformaciones, y ofrecer consejos sobre el cuidado dental en casa, como la higiene bucal adecuada, la alimentación y la prevención de hábitos que puedan afectar la salud dental.

Además, esta primera consulta ayuda a familiarizar al niño con el entorno dental, reduciendo miedos y estableciendo una relación positiva con la atención odontológica desde una edad temprana.

Es importante tratar los dientes de leche aunque se vayan a caer eventualmente, por varias razones:

1. Desarrollo adecuado de la mandíbula: Los dientes de leche son esenciales para el desarrollo correcto de la mandíbula y los huesos faciales. Ayudan a guiar la erupción de los dientes permanentes y aseguran un crecimiento óseo adecuado.
2. Masticación y nutrición: Los dientes de leche permiten a los niños masticar correctamente los alimentos, lo que facilita una nutrición adecuada.
3. Espacio para los dientes permanentes: Los dientes de leche mantienen el espacio necesario para que los dientes permanentes emerjan en la posición correcta. Si un diente de leche se pierde demasiado pronto, los dientes adyacentes pueden desplazarse y causar apiñamiento o problemas de alineación en el futuro.
4. Evitar infecciones y dolor: Los dientes de leche pueden desarrollar caries, lo que puede causar dolor e infecciones. Si no se tratan, las infecciones pueden propagarse a los dientes permanentes, lo que puede llevar a problemas dentales más graves en el futuro.
5. Desarrollo de hábitos de higiene bucal: Tratar los dientes de leche desde temprana edad enseña a los niños la importancia de cuidar sus dientes y fomentar buenos hábitos de higiene bucal, lo que contribuye a la salud dental a largo plazo.

Sí, es normal que los niños experimenten cierta incomodidad o dolor cuando salen los dientes (tanto los dientes de leche como los permanentes).

Esto es parte del proceso natural de la dentición y puede variar de un niño a otro. El dolor suele ser más común cuando los dientes permanentes están erupcionando, pero también puede ocurrir con los dientes de leche.

Los ortodoncistas recomiendan una evaluación a los 7 años. Esto no significa que el tratamiento necesariamente comience a esa edad, pero es el momento en que se pueden detectar problemas de desarrollo de la mandíbula o los dientes, que podrían necesitar intervención temprana.

Si no es necesaria una intervención temprana porque el niño tiene un desarrollo mandibular normal, el tratamiento de ortodoncia comienza más tarde, cuando el niño ha completado la erupción de los dientes permanentes, generalmente entre los 11 y 14 años.

Este proceso varía de un niño a otro pero, en general, los dientes de leche (dientes temporales) comienzan a caerse alrededor de los 6 años y continúan cayendo gradualmente hasta los 12 años.

Los niños deben visitar al odontopediatra con regularidad para mantener una buena salud bucal. La recomendación general es que los niños realicen una visita al dentista cada 6 meses, aunque la frecuencia puede variar dependiendo de la salud dental y las necesidades específicas del niño.

Si tu hijo tiene miedo al dentista, lo primero es hablar con él explicando lo que sucederá durante la consulta usando un lenguaje sencillo y positivo.

Es importante considerar una visita de adaptación sin tratamiento para que se familiarice con el entorno. Durante la consulta, puedes usar distracciones como juguetes o pantallas, y después reforzar su valentía con elogios y pequeñas recompensas.