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ATM y Bruxismo
Consecuencias de la maloclusión dental

Publicado por Dr. Florencio García Nieto el diciembre 16, 2024

La maloclusión dental no es solo un problema estético. Esta alteración en la alineación de los dientes y la mordida puede tener un impacto significativo en la salud bucodental, e incluso en el bienestar general. Desde dolores mandibulares hasta problemas posturales, sus consecuencias son múltiples si no se corrige a tiempo.

¿Qué es la maloclusión dental?

La maloclusión dental es una alteración en la forma en que los dientes superiores e inferiores encajan al cerrar la boca. En condiciones normales, los dientes deben alinearse de manera precisa y simétrica, permitiendo una mordida funcional y equilibrada. Sin embargo, cuando existe una discrepancia en esta alineación, hablamos de maloclusión.

Esta desalineación puede presentarse de diferentes formas: dientes montados, torcidos, separados, o una mordida en la que los dientes superiores sobresalen excesivamente sobre los inferiores o viceversa. Aunque en muchos casos los dientes pueden parecer alineados visualmente, eso no garantiza una oclusión correcta.

La maloclusión en la articulación temporomandibular puede ser leve, moderada o severa, y afectar a la estética y a la forma en la que se mastica, se habla o se respira. En casos más avanzados, puede derivar en problemas articulares, dolores musculares y desgaste dental. Por ello, su diagnóstico y tratamiento adecuados son fundamentales para la salud bucodental a largo plazo.

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Causas de la maloclusión dental

La maloclusión puede tener múltiples causas, tanto genéticas como adquiridas. A continuación, se detallan las principales:

1. Factores hereditarios: La forma y tamaño de los huesos maxilares, así como la disposición natural de los dientes, están determinados en gran medida por la genética. Una desproporción entre el tamaño de los dientes y el hueso puede provocar apiñamiento o espacios excesivos.

2. Hábitos infantiles: Acciones como la succión del pulgar, el uso prolongado del chupete o el biberón más allá de los tres años pueden interferir con el desarrollo correcto de la mandíbula, favoreciendo la aparición de maloclusiones.

3. Pérdida prematura de dientes: La pérdida anticipada de dientes temporales por caries o traumatismos puede alterar el espacio disponible para la erupción de los dientes permanentes, generando desplazamientos dentales.

4. Problemas respiratorios: La respiración oral crónica, generalmente causada por obstrucciones nasales o adenoides agrandadas, puede afectar el crecimiento normal de los maxilares.

5. Traumatismos o accidentes: Golpes en la cara o mandíbulas en edad temprana pueden alterar la alineación dental o la posición de los huesos faciales.

6. Tumores o quistes: Lesiones en la cavidad oral o en los maxilares también pueden modificar el desarrollo armónico de la estructura facial.

Detectar estas causas a tiempo permite establecer estrategias preventivas o terapéuticas más eficaces, especialmente en niños en etapa de crecimiento.

¿Qué consecuencias implica?

Los dientes mal alineados no solo afectan a la estética de la sonrisa, sino que pueden provocar múltiples problemas funcionales que impactan directamente en la calidad de vida del paciente. Es importante tener en cuenta que una dentadura visualmente alineada no garantiza una oclusión correcta.

Cuando existe una maloclusión, pueden surgir alteraciones en la articulación temporomandibular y en otros aspectos del sistema masticatorio, lo que genera consecuencias como:

  • Desgaste y fracturas dentales, debido al contacto irregular entre las piezas dentales.

  • Tensión mandibular, que puede derivar en dolores de cabeza, cuello, espalda y oído.

  • Caries y gingivitis, ya que la mala posición de los dientes dificulta una higiene oral adecuada.

  • Mareos relacionados con desequilibrios en la articulación temporomandibular.

  • Problemas para dormir, en ocasiones asociados a una mala respiración o bruxismo nocturno.

Aunque la maloclusión puede tratarse en cualquier etapa de la vida, su detección precoz es clave para evitar complicaciones mayores. Por eso, se recomienda que los niños visiten al ortodoncista a partir de los 6 años, cuando comienza el recambio dentario.

En algunos casos, la maloclusión tiene un origen esquelético, lo que hace necesario combinar el tratamiento ortodóntico con una cirugía ortognática para corregir adecuadamente la relación entre los maxilares.

Tipos de maloclusión dental

La clasificación más común de las maloclusiones se basa en el sistema de Angle, que agrupa las alteraciones en tres clases principales:

Clase I: Es la más frecuente. El molar superior encaja correctamente con el inferior, pero hay problemas de alineación o espacio entre los dientes.

Clase II: Se caracteriza por una sobremordida o retrognatismo. Los dientes superiores están demasiado adelantados respecto a los inferiores. Esto puede deberse a un maxilar superior prominente o un maxilar inferior retraído.

Clase III: Se conoce como prognatismo. Los dientes inferiores están adelantados respecto a los superiores. Es típica en casos donde el maxilar inferior es más desarrollado que el superior.

Además de estas clases, existen otros tipos de maloclusiones:

  • Mordida abierta: Los dientes superiores e inferiores no se tocan al cerrar la boca, dejando un espacio visible.

  • Mordida cruzada: Uno o más dientes superiores muerden por dentro de los inferiores.

  • Sobremordida: Los dientes superiores cubren excesivamente los inferiores al cerrar.

  • Submordida: Los dientes inferiores sobresalen más allá de los superiores.

Cada tipo de maloclusión requiere un enfoque terapéutico específico, dependiendo de su causa, severidad y edad del paciente.

Tratamientos disponibles para la maloclusión

El tratamiento de la maloclusión depende de varios factores, como la edad del paciente, el tipo y la gravedad del problema. Las principales opciones incluyen:

1. Ortodoncia con brackets: Tradicionalmente, se utilizan brackets metálicos o estéticos adheridos a los dientes para corregir su alineación progresivamente. Es eficaz para la mayoría de los tipos de maloclusión.

2. Alineadores transparentes: Como la ortodoncia invisble o Invisalign, son férulas removibles, cómodas y casi invisibles. Están indicados para casos leves a moderados y permiten una mayor comodidad en la higiene oral.

3. Aparatos funcionales: Especialmente en niños, se utilizan dispositivos que estimulan el crecimiento adecuado de los maxilares y corrigen malos hábitos.

4. Cirugía ortognática: En casos severos de origen esquelético, puede ser necesaria una intervención quirúrgica bucal para reposicionar los maxilares y lograr una oclusión funcional. Esta se combina con tratamiento ortodóntico pre y postoperatorio.

5. Retenedores: Después del tratamiento ortodóntico, se utilizan retenedores dentales para mantener los resultados obtenidos y evitar recidivas.


El Dr. Florencio García Nieto es Licenciado en Medicina y Odontología, especializado en Implantología con formación en el Misch Implant Institute y un Diploma Europeo en Implantología. Miembro de la Sociedad Española de Implantología y galardonado con la Medalla de Oro del Foro Europa, combina experiencia, innovación y compromiso con la salud oral.
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